Si bien es cierto que lo que empezó a mitad de 2018, con un acercamiento y apretón de manos entre el líder de Corea del Norte y el presidente de Corea del Sur, tras largas décadas de conflicto y tensión, se ha producido una especie de distensión en la península coreana y pareciera que esto se ha ido quedando a mitad de camino.
La semana pasada luego de 13 meses de que Kim Jong-un y Moon Jae-in sostuvieran su última llamada telefónica, se restablecieron los canales de comunicación directos, que habían sido trastocados ante las denuncias de Corea del Norte de la actividad propagandística realizada desde el país vecino en su contra.
Pero, ahora todo parece volverse a enturbiar con los posibles ejercicios militares en conjunto entre Corea del Sur y EE.UU.