La presencia de Estados Unidos en Asia Occidental se remonta al Siglo XIX, a raíz del interés que el petróleo ha despertado en las potencias mundiales durante el primer cuarto del Siglo XX. Así el antecedente histórico, de la mano de sus grandes corporaciones energéticas, en particular la Standard Oil California, hoy en día Saudi Aramco, el primer embajador estadounidense desembarcó en Arabia Saudita en 1942.
A partir de ese momento, y con el petróleo como principal foco de interés, la presencia de Washington en esa parte del mundo no hizo sino aumentar de año en año. Posteriormente la intervención de la Casa Blanca con fuerza militar significativa se produce en plena guerra fría, con el objetivo de contener a la Unión Soviética. Desde entonces, la potencia norteamericana ha venido manteniendo una presencia militar considerable en el Golfo Pérsico.
Pero aún terminada la época del mundo bipolar, la presencia de la bota ofensiva estadounidense continuó. Estadísticas calculan que EE.UU. ha pasado los últimos 30 años enfrascado en Asia Occidental, habiendo gastado unos 8 trillones de dólares.
Incluso, según el diario Washington Post, para enero de 2020, los soldados estadounidenses estaban desplegados en al menos una decena de países de Asia Occidental, incluidos prácticamente todos los de la Península Arábiga con excepción de Yemen. El número aproximado de efectivos era de 65 400. Y hasta antes de retirarse de Afganistán el Pentágono había anunciado en sucesivas intervenciones el despliegue de 10 000 soldados adicionales.
Lo cierto es que Irán ha vuelto a expresar su voz, a través del Líder Supremo de la Revolución Islámica Seyed Ali Jamenei, quien enfatizó en que todos los problemas e incidentes de los estados de la región de Asia Occidental deben resolverse sin injerencia extranjera alguna, por lo que sugirió que cada país tenga su ejército independiente conforme a sus intereses nacionales y mantenga una alianza militar con sus vecinos.
El Líder consideró la seguridad como la “la base de todas las actividades necesarias” para el desarrollo del país, y recalcó que es importante lograr la seguridad nacional sin depender de terceros países.
En el mismo sentido, ha defendido la decisión de su país de realizar ejercicios militares cerca de la frontera con Azerbaiyán. Aunque no nombró puntualmente a algún país invasor, recordemos que Israel vendió a Azerbaiyán drones y otras armas de alta tecnología que ayudaron a Bakú en la guerra mantenida el año pasado con Armenia por el territorio en disputa de Nagorno-Karabaj.
En esta edición de Detrás de la Razón por Hispantv, revisamos la presencia militar de EE.UU. en la región de Asia Occidental, a la luz de lo expresado por el Líder de Irán. Acompáñenos.
Por Danny Pérez Díaz
IG: @Dannyperezdiaztv