El Gran Cañón de Afganistán, situado en la provincia central de Bamiyan, vuelve a recibir turistas, semanas después la toma de poder de los talibanes.
Los turistas afganos han empezado a volver a las impresionantes aguas azules de los lagos de Band-e Amir, situados en las montañas del Hindu Kush (a 3000 metros de altura) en el centro de Afganistán, después de que el sitio ubicado en la provincia de Bamiyan quedara desierto.
Esta atracción turística espectacular se conoce como el Gran Cañón de Afganistán, que antes solía recibir miles de turistas internacionales, y hasta 100 000 turistas locales en solo unas semanas.
El lugar, declarado en 2009 el primer parque nacional del país, está formado con siete lagos que cuentan con un llamativo color que se debe al rico contenido mineral de las aguas, gracias a los acantilados de piedra caliza que las rodean.
Una de las actividades principales es la de pasear con botes a pedales con forma de cisnes importados desde Irán, pagando un alquiler equivalente a ocho dólares por hora. Bamiyan ha sido durante mucho tiempo una de las regiones más seguras de Afganistán.