Para contribuir al fortalecimiento de la unidad entre los musulmanes, luego de la Revolución Islámica de Irán en 1979, su fundador el Imam Jomeini (que descanse en paz) institucionalizó en la práctica, la realización de conferencias anuales durante la semana en que la historia según los chiíes y suníes nació el Profeta del Islam, el Hazrat Mohamad (P).
Recién se acaba de celebrar un nuevo encuentro en Teherán, la capital iraní, para revisar los desafíos y la importancia de la unidad del mundo musulmán.
A propósito, el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, dejó en su discurso algunos puntos reflexivos. Entre ellos algo clave. Tal vez para muchos estudiosos o musulmanes en el mundo, al hablar de unidad en su comunidad, lo ven como una estrategia para defenderse y hacer frente a los males que le aquejan o intentos de injerencia, intromisión y agresión del lado de sus adversarios.
Pero el Líder sentenció que la unidad de los musulmanes no es una cuestión de táctica; más bien de principio.
Un mensaje que llega en momentos donde el pueblo musulmán, incluso más allá de sus fronteras, sufre la islamofobia o las atrocidades como por ejemplo del régimen de Israel y su ocupación ilegal en territorio palestino.
El Líder de Irán exaltó que, de hecho, la cuestión palestina sirve como nexo principal de la unidad musulmana. Esto puede ser clave, cuando hoy algunos Estados y monarquías árabes están normalizando relaciones justo con el que viola los derechos de los palestinos.
Lo cierto es que además de señalar a EE.UU. como responsable por los más recientes atentados del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en Afganistán, ha dejado en claro la estrategia de Occidente en buscar dividir a la comunidad musulmana al hablar y remarcar constantemente el tema de los chiíes y suníes.