Estados Unidos impulsa protestas en Cuba, abanderada fundamental de la lucha antimperialista en Latinoamérica, en busca de subordinar a los países de la región.
La oposición cubana, apoyada por EE.UU., convocó nuevas marchas, a pesar de que La Habana considera ilegales y provocadoras estas protestas, tramadas y patrocinadas desde el exterior de la isla, en concreto desde la ciudad estadounidense de Miami.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ha denunciado que las protestas opositoras, como la anunciada para este domingo, son parte de la “estrategia imperial” de Washington para provocar el caos, con meta final de destruir la Revolución cubana y generar un cambio del régimen gobernante en el país centroamericano.