El 3 de diciembre de 1989, se reunieron en Malta el presidente de EE.UU., George H.W. Bush, y el líder soviético, Mijaíl Gorbachov, para poner fin a las tensiones que habían monopolizado las relaciones en la escena política mundial y entre ambas superpotencias durante 44 años.
La cita se producía en medio del colapso de los regímenes comunistas de Europa del Este y pocas semanas después de la caída del Muro de Berlín.
Esto, unido a los acuerdos para la limitación del armamento nuclear, permitió a ambos mandatarios declarar que la amenaza perpetua de una guerra mundial había quedado atrás. Se acabó, por fin, la Guerra Fría.