La operación militar rusa en Ucrania le ha mostrado al mundo que Rusia no está dispuesta a que la seguridad de su población y de su territorio sea vulnerada, y quien quiera que lo intente, pagará un precio muy caro.
Esto es lo que ha tratado de hacer la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), dirigida por Estados Unidos. Por esta razón, Rusia ha sido blanco de sanciones unilaterales, una vez más.
Sin embargo, las consecuencias de esas sanciones y esas intentonas injerencistas serán muy graves para Europa y para el propio Estados Unidos.
En esta edición de “Brecha Económica”, en la que veremos, en detalle, el daño económico que sufrirá nuestro mundo, las consecuencias adicionales para la economía rusa, que viene ejecutando, desde hace mucho tiempo, una estrategia para minimizar las sanciones que le son impuestas de manera sistemática.