La acogida a miles de desplazados ucranianos pone al descubierto el doble rasero de Estados Unidos en lo que a política migratoria se refiere.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, anunció el pasado marzo que el país recibirá hasta 100 000 refugiados ucranianos que busquen desplazarse tras la operación militar rusa, además de declarar que unos 30 000 ucranianos presentes en suelo norteamericano recibirán el “estatus de protección temporal” que les permitirá trabajar y elimina la amenaza de deportación.
Ante esto, diariamente, cientos de refugiados ucranianos están llegando la frontera entre México y Estados Unidos y reciben apoyo para tramitar sus solicitudes.