Un nuevo ataque a una base estadounidense en Irak se produce en un momento de máximo clamor del pueblo iraquí para que las tropas ocupantes se retiren.
A medida que se eleva el clamor del pueblo iraquí para que tenga lugar la retirada definitiva de las fuerzas ocupantes de EE.UU. desplegadas en Irak, ratificada por el Parlamento del país árabe, aumentan los ataques a las posesiones estadounidenses.
Son muchos los que sostienen que los estadounidenses, para evitar o retrasar la salida de sus tropas de Irak, están detrás de una especie de complot encubierto que conduce a este tipo de ataques, con el objetivo de presentarles como “víctimas” ante la opinión pública y, de paso, crear una sensación de inseguridad que justifique su permanencia en Irak.