A pesar de fuerte represión policial, los manifestantes volvieron a salir a las calles, por cuarta noche consecutiva, en el estado estadounidense de Mineápolis.
En medio de fuerte presencia de fuerzas de seguridad, centenares de personas se congregaron frente a la comisaria de Brooklyn Center, un suburbio donde Daunte Wright, joven negro de 20 años, fue abatido el domingo en un control de tránsito.
Las fuerzas del orden atacaron a los manifestantes con gases pimienta, gases lacrimógenos y granadas aturdidoras. La represión dejo varios heridos. Además, detuvieron al menos a 24 manifestantes.
Portando pancartas y gritando lemas como “las vidas de los negros importan”, “justicia para Wright” y “no disparen”, los manifestantes, expresaban su rechazo hacia la discriminación racial y la brutalidad policial.