El régimen israelí ha prohibido oficialmente el consumo de la prostitución, pero la prostitución sigue siendo legal.
Por primera vez en la historia de Israel, la responsabilidad de la prostitución recae en los consumidores.
La policía ahora puede multarlos con miles de séqueles (moneda israelí) sin castigar a quienes prestan sus servicios.
Hasta la fecha, la ley israelí no ha tratado la prostitución como un delito a menos que involucre a menores. Técnicamente, la prostitución sigue siendo legal.