Un reporte internacional avalado por expertos en DDHH afirma que la policía de EE.UU. comete delitos de lesa humanidad en contra de las comunidades de color.
Para proteger y servir. Tal es el eslogan de muchos departamentos de policía en Estados Unidos. Sin embargo, la realidad apunta a lo contrario: para lastimar y matar.
Deborah, una mujer indigente de Miami, fue despertada a patadas por un grupo de policías que patrullaba el parque. El resultado del encuentro: una citación y la total impunidad de sus torturadores. Le rompieron los dientes y le dejaron el rostro hinchado a golpes.