Túnez se ha visto arrastrada a una crisis política desde que Kais Said destituyó a otros altos funcionarios, pocos días después de congelar las funciones del Parlamento.
Túnez se hunde cada vez más en la incertidumbre política. Desde la semana pasada el presidente, Kais Said, anunció una serie de medidas desde suspender el Parlamento, destituir a varios ministros hasta ordenar el arresto de opositores y declarar un toque de queda, subrayando el objetivo de garantizar el regreso a un funcionamiento regular del poder público. Sin embargo, la oposición y el partido Ennahda denunciaron un golpe de Estado en curso.