Miles de afrodescendientes estadounidenses salieron a las calles para exigir que no les quiten el derecho a voto.
Washington, Atlanta, Houston y decenas de ciudades estadounidenses, fueron escenario de manifestaciones que denuncian que el derecho a voto de las minorías es robado en pleno siglo 21. Son protestas contra las leyes que están siendo aprobadas en los estados conservadores y que limitan el acceso a las urnas a las minorías, especialmente a los afroamericanos. Desde enero, al menos 18 estados han aprobado 30 leyes electorales restrictivas y decenas más están bajo revisión.
Las movilizaciones coinciden en el aniversario del famoso discurro “Tengo un sueño”, de Martin Luther King, el cual se ha convertido en referente en la lucha por los derechos civiles.
Los manifestantes también exigen el fin del filibusterismo en el Senado estadounidense. Una norma que exige el apoyo de 60 senadores para permitir el debate sobre un proyecto de ley. Una táctica que posibilita a la minoría bloquear una votación impulsada por la mayoría de la Cámara. Los congregados, exigen además el fin de la brutalidad policial. Entre otras demandas, figura el llamado a unas medidas para acabar con la pobreza, una demanda que recuerda a la famosa Campaña Por los Pobres que culminó en 1968.
Esta ola de restricciones a la votación, dicen los organizadores de las marchas, son la más agresiva en más de una década y está motivada en gran parte por acusaciones de fraude electoral, lanzada por el expresidente Donald Trump.