En 2020 Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Sudán y Marruecos anunciaron controvertidos acuerdos de normalización de relaciones con Israel, siguiendo los pasos de hace décadas de Egipto y Jordania, que firmaron pactos con el régimen de Tel Aviv en 1979 y 1994, respectivamente.
En días recientes una llamada “cumbre tripartita” encontró en Washington a los Emiratos Árabes Unidos, Israel y Estados Unidos. Su argumento: abordar maneras de expandir y establecer “la paz y la estabilidad en la región de Asia Occidental”.
Lo cierto que para la causa palestina, esta posición de los Estados árabes y musulmanes no es más que una traición.