El 19 de noviembre de 1985, comenzó en Ginebra una cumbre histórica: la reunión entre el presidente de EE.UU., Ronald Reagan, y el secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), Mijaíl Gorbachov.
Esta cita internacional de dos días sirvió para que ambos líderes comenzasen a conocerse, a cultivar una confianza mutua y a aprender del adversario.
En la llamada Conferencia Cumbre de Ginebra se abordó la reducción de las armas nucleares.
El resultado de este intercambio, que tuvo lugar en privado, incluyó por primera vez garantías por parte de Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) de no buscar la dominación militar.
Pese a que no se llegaron a acuerdos formales, ni se firmó ningún documento, se suele considerar esta cumbre el inicio del fin de la Guerra Fría.