Un puente fronterizo, en uno de los límites binacionales más transitados de América. El puente Internacional Simón Bolívar entre Venezuela y Colombia.
Un puente que une a los habitantes de los dos países, pero que lucía así, cerrado, en las primeras horas de un día en que se iba a desarrollar un hecho inédito: una irrupción de civiles venezolanos desde Colombia, avalados por las autoridades de ese país y presidentes de la región, y por los Estados Unidos, con el fin de derrocar al Gobierno de Nicolás Maduro.