Jordania ha sufrido un intento fallido de golpe de Estado contra el rey Abdulá II; las pesquisas iniciales encuentran huellas de autores e injerencia extranjeros.
Jordania afirma haber abortado un golpe palaciego, tras detener el sábado a al menos 16 figuras destacadas por intento de desestabilizar el país, entre las que se encuentran el ex príncipe heredero a la Corona jordana Hamza bin Husein, medio hermano del rey Abdulá II; Bassem Awadalla, exasesor del rey jordano y exministro de Finanzas, y Sharif Hasan bin Zaid, un miembro de la familia real.
Amán ha acusado al ex príncipe heredero de intentar movilizar a los líderes tribales en contra del actual gobernante. Hamza nacido de la reina Nur —de nacionalidad estadounidense—, fue nombrado por su medio hermano, el rey Abdulá II, a la muerte del padre de ambos, el rey Husein, príncipe heredero de Jordania en 1999; era uno de los hijos favoritos del rey Husein, quien a menudo lo describía en público como “el deleite de mis ojos”.
No obstante, cinco años más tarde, en 2004, Abdulá II —de madre británica y dieciocho años mayor— se quitó un peso de encima al retirarle la condición de heredero, que desde entonces recae, por defecto, en su propio primogénito.
Huellas de Israel en la intentona golpista ¿es una venganza política?
Ciertas evidencias muestran que todos los detenidos fueron apoyados desde el exterior. De hecho, se han revelado lazos con el extranjero en el intento golpista en Jordania.
El vice primer ministro jordano, Ayman Safadi, anunció el domingo que las investigaciones realizadas revelan que el príncipe Hamza ha estado en contacto con entidades extranjeras a fin de llevar a cabo un “complot para desestabilizar el país”.
En este mismo contexto, un funcionario jordano ha dicho a la agencia local de noticias Ammon news que Roy Shaposhnick, un exoficial del servicio de inteligencia de Israel (el Mossad), se comunicó con la esposa del príncipe Hamza y se ofreció a organizar un jet privado para sacarla a ella y a su familia de Jordania.
Jordania se encuentra entre los países que denuncian los crímenes que comete el régimen de ocupación de Tel Aviv contra el pueblo palestino, por lo que el apoyo de Israel al incidente podría tratarse de una venganza política.
Incluso, en un artículo publicado el domingo, el diario israelí Yedioth Ahronoth explicó que Jordania está sospechoso del rol del premier de Israel, Benjamín Netanyahu, en el intento fallido del golpe de Estado contra el rey jordano, por lo que, a principios de marzo, impidió el paso al vuelo de Netanyahu a los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
Complot saudí-emiratí otra vez genera caos en Asia Occidental
Por otro lado, Yedioth Ahronoth ha revelado que el príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman, y otro príncipe posiblemente de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) fueron socios secretos en el fallido intento de golpe.
Se dice que Awadalla y Bin Zaid tenían vínculos directos con Arabia Saudí. Los dos hombres arrestados tienen vínculos estrechos con la monarquía árabe, y muchas personas en Jordania creen que ambos tienen la nacionalidad saudí, o al menos un pasaporte saudí.
Todo este inequívoco aroma a rencillas palaciegas, llega apenas una semana antes de las celebraciones por el centenario del reino en Jordania.
Ante tal coyuntura, los líderes de las dos cámaras del Parlamento jordano han manifestado su apoyo a Abdulá II. El jefe del órgano legislativo, Faysal al-Fayez, señaló que “el rey es una línea roja” y que el país se opondría a “cualquier mano traidora que socave la seguridad y la estabilidad”.