A finales de julio, los Emiratos Árabes Unidos y el régimen israelí celebraron el haber alcanzado un acuerdo, al que calificaron de un histórico intercambio de trasplantes de órganos.
Transcurrido menos de un año desde la normalización de las relaciones entre Abu Dabi y Tel Aviv, una mujer israelí donó un riñón a un paciente en los Emiratos Árabes Unidos, como parte de un nuevo programa transfronterizo de donación de órganos. Luego, una mujer en Abu Dabi se sometió a una cirugía para donar su riñón a una mujer en Haifa.
Sin embargo, independientemente de este bombardeo publicitario, tanto los emiratíes como los israelíes tienen un historial turbio en lo que respecta al trasplante de órganos, o sería mejor decir en lo que al tráfico de órganos se refiere.